24 octubre 2006

Wendy. Parte 01

Nunca olvidaré aquella excursión. Quizás fue la menos técnica, pero la más castiza. Nos acompañaba mi tío, acostumbrado al pastoreo en su juventud y gran conocedor de la fauna y flora de aquellas sierras. Tantos años trashumando con el ganado en busca de pastos de altura, hicieron que se familiarizara con las cañadas y veredas que serpenteaban por las faldas de la montaña. Aún recuerdo las mochilas que llevábamos mis primos y yo, y como él se fabricó una especie de bandolera con un saco de estraza, una guita y una piedra. Llevó ahí sus viandas para dos días, y su manta, claro, porque él no usaba saco de dormir. Era una cordillera kárstica de unos 25 Km. de longitud, y cuyos picos más altos llegaban a los 2000 m. A partir de una cota, desaparecían las coníferas para mostrar un ruinoso suelo de caliza. Sólo crecían en él, aquellas especies adaptadas a la “media montaña”, como la aulaga, que seca, es un excelente combustible, el piorno, un aplastado arbusto pinchudo de la familia de las leguminosas con forma de iglú, y que vulgarmente se conoce como “cojín de monja”, y el enebro rastrero, un cupresáceo primo del enebro común –el que se usa para aromatizar la ginebra– y con el que se modelan magníficos bonsáis.

Dejaré la narración de la excursión para otra ocasión, pues las aventuras y anécdotas que en ella tuvieron lugar, son dignas de ser contadas en otro momento. Me centraré en una abertura que vimos en una pared sellada con un pesado portón de hierro. Las cuevas y simas son típicas de los terrenos calizos, y no era de extrañar que hubiera cavidades por los alrededores. De hecho, a lo lejos, se veían numerosos agujeros negros en las paredes rocosas. Sin embargo, aquella no era una zona turística, el paisaje era bastante inhóspito y alejado de las vías rodadas. Excepto los pastores, no había mucha gente que visitara aquel collado. ¿Por qué estaba sellada la abertura? ¿Protegía de algún peligro? ¿Qué misterio encerraba?

Algún tiempo después, la curiosidad me llevó a investigar sobre la cueva. A lo largo de la sierra había 15 cavidades pequeñas –usadas a modo de redil para el ganado– y dos más largas y profundas. La de la puerta metálica, tenía un desarrollo de 3000 m, y un desnivel de 180 m. Intentó habilitarse allá por los años 60 para su explotación turística, pero se cerró en los 80’s por su peculiar y único microecosistema, que podría resultar irreversiblemente perjudicado por la presencia descontrolada del ser humano. Aun así, en su interior hay un importante laboratorio subterráneo en el que trabajan actualmente tres universidades. Entre otras cosas, han descubierto dos especies totalmente nuevas para la ciencia. Tras algunas gestiones, pude al final entrar durante 20 minutos en la cavidad misteriosa con varias personas, siempre bajo la estricta y razonada vigilancia de los investigadores. Había lagos cristalinos, gours, simas, flores de aragonito, e incluso una sala donde contrajeron matrimonio dos espeleólogos. Averigüé muchas más cosas, pero también lo contaré en otra ocasión.

En mis investigaciones, hablé con gente del lugar, que lógicamente no conocía estos datos, y es aquí, donde comienza lo que quiero contar, el relato de algo que sucedió en la cueva hace más de 70 años. Todavía quedan cuatro personas vivas que conocieron los hechos, y aunque he buscado documentación, los desastres de la Guerra Civil –que tuvo en aquel escenario un frente cruento– borraron lo que quizás nunca se escribió. Me creo en el deber de dejar constancia por escrito de aquellos hechos, y evitar que el destino común que compartimos todos los hombres, se lleve consigo esta historia que durante decenios ha vivido en las mentes de sus protagonistas.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Genial!!!
Qué excelente introducción =P
Espero que escribas pronto (no como acá tu servidora XD), para leerte con el gusto de siempre =)
Gracias!! =D
Hasta pronto!

Verena Sánchez Doering dijo...

eres muy especial para tus relatos
pero te puedo decir que me gustan muchos
desde Fragmentos, los niños te dicen gracias amigo
un abrazo y que sea una buena semana



besos y sueños

Verena Sánchez Doering dijo...

Desde Fragmentos, Antona es un gran artista y fotografo
y un amigo de todos, un lindo amigo
besitos y te cuidas



besos y sueños

Verena Sánchez Doering dijo...

Desde Fragmentos, Bahia es un lugar encantador, tiene una musica que se llama bossanova y logra hacer danzar el alma
cuanqdo quiera las puertas estas abiertas para los amigos
besitos y cuidate
gracias



besos y sueños

Anónimo dijo...

Echaba de menos esto :)
ahora en el trabajo no tengo el tiempo que quiero para leerlo, pero esta noche, antes de dormir, será lo que caiga entre mis manos ;)

Besitos y dile al cazador que se le echa de menos