tag:blogger.com,1999:blog-267370282024-03-13T22:02:20.127+01:00Arpegios thorkianosJALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.comBlogger79125tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-81983192110254209502023-06-22T10:16:00.003+02:002023-06-22T10:16:59.060+02:00Décima de la rosa marrón<div style="text-align: center;">Era una flor curiosa, </div><div style="text-align: center;">con diez pétalos marrones, </div><div style="text-align: center;">dos espinas como arpones, </div><div style="text-align: center;">y olor salado de rosa. </div><div style="text-align: center;">Broza loca caprichosa,</div><div style="text-align: center;">negra, crespa, enmarañada; </div><div style="text-align: center;">de la seda bien peinada,</div><div style="text-align: center;">contrapunto a su reflejo </div><div style="text-align: center;">que espabila el marmolejo</div><div style="text-align: center;">y al final queda la nada.</div><div><br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-15961521622344947952023-06-22T09:38:00.000+02:002023-06-22T09:38:17.390+02:00Soneto del hipócrita<div style="text-align: center;">Quería pensar que es algo del sueño, </div><div style="text-align: center;">del exceso de trabajo cada día; </div><div style="text-align: center;">de no estar bien, de la falta de alegría. </div><div style="text-align: center;">O del futuro, que es poco halagüeño. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Me hace, triste, fruncir el ceño: </div><div style="text-align: center;">y reír, sí, con sonrisa vacía. </div><div style="text-align: center;">Con talante y postura sombría </div><div style="text-align: center;">como si de nada fuera ya el dueño. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Hipócrita busco en los placeres: </div><div style="text-align: center;">«Como siempre» —sé— llegarán a nada; </div><div style="text-align: center;">y, solo, me esconderé de otros seres. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">No te engañes ni otra cosa esperes: </div><div style="text-align: center;">cansada está tu alma anquilosada </div><div style="text-align: center;">de tanto intentar ser lo que no eres.</div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-46320836511601818492022-05-25T21:00:00.003+02:002022-05-25T21:29:36.568+02:00Mετάνοια<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ahí está. Huelo su fragancia, lejos aún, pero no la disfruto; la ansío, pero no me toca. No quiero forcejear. Mil veces forzada, ha escapado de mis manos como un pez resbaladizo dejando una sombra de soberbia y pesar. Sé que no es una conquista, sino un don libérrimo. Reclamarla no puedo, pero... ¿he de hacer algo?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La siento y me gusta, me gusta mucho ¡muchísimo! Cuando oigo de ella, resuenan ecos en mi alma por todos los rincones, incluidos los más escondidos y enfermos. Su melodía es armoniosa para los sentidos: es luz, paz y fuerza. Creo que es la armonía más perfecta. Mi corazón me dice que estoy hecho para eso, aunque a veces desee huir. Cuando leo a los que la encontraron, mi ánimo arde. ¡Es fuego! ¡El más abrasador que jamás he visto!</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En cambio, me poseen las sombras... o yo las poseo a ellas. Una existencia de ilusiones vacías, de engaños aparentemente inocuos, de apariencias efímeras y de sueños. Sirenas. Pisadas sobre barro y alguien que me sostiene, pero a veces me suelto y me dejo hundir. El fango es agradable en cierto modo: no es frío ni caliente, ni demasiado duro ni demasiado blando. Tapa las imperfecciones, homogeniza, y, sobre todo, atenúa cualquier despunte de grandeza o de miseria, y eso, a veces es lo mejor. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Una comida deliciosa, una conversación amistosa o una bella puesta de sol que se interrumpen por un tono de llamada... ¡briiip! ¡briiip! «Dígame». En el barro no se está tan mal.</div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><div>
</div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-68435082629925348082022-03-31T09:17:00.001+02:002022-03-31T09:17:29.379+02:00El orden de las cosasUna narración suele discurrir a lo largo de un flujo lineal: nace en los acontecimientos más lejanos en el tiempo, se <b>justifica</b> allí, y atraviesa todos los episodios hasta alcanzar —paulatinamente— los más recientes a modo de <b>lección</b>. Algunas veces, las narraciones no son estrictamente lineales, sino que se permiten licencias como los <i>flash-backs</i> o incluso se admiten múltiples líneas narrativas que se cruzan en momentos clave. Sin embargo ¿Ocurre lo mismo cuando recordamos nuestras experiencias? ¿evocamos los acontecimientos con mecanismos de “avanzar” y “rebobinar”? Propongo una serie de <b>estrategias alternativas</b> de tematización que pueden hacer más interesante la narración de una serie de recuerdos como un viaje, un cambio de ciudad, o simplemente, una mirada al pasado. <span><a name='more'></a></span><div>En primer lugar, se podrían organizar los sucesos según las <b>emociones</b> que éstos provocaron. Se ha hablado de seis emociones básicas: sorpresa, asco, tristeza, ira, miedo y alegría (Ekman, que posteriormente añadió la superioridad). Otros, en cambio, añaden la anticipación y la confianza (Plutchik). En cualquier caso, puede ser interesante el recurso a esta clasificación para agrupar experiencias, puesto que la impronta emocional tiñe los recuerdos con unas notas características que pueden aportar coherencia y tono a los agrupamientos. </div><div><br /></div><div>En segundo lugar, se podría recurrir al alcance que atribuimos a los acontecimientos, haciendo una especie de <b>analogía metafísica</b>. Por ejemplo, podríamos hablar de aquellos eventos que no pasan de la mera apariencia, superficialidad o deseo; aquellos otros que implican realidades físicas como comer, dormir, protección, etc. Posteriormente se podrían incluir las experiencias que implican relaciones, las que están vinculadas con nuestro conocimiento, los que afectan en nuestra interioridad, las experiencias éticas, estéticas, y finalmente las vivencias espirituales. </div><div><br /></div><div>Finalmente, se podría hacer una suerte de relación con <b>acontecimientos cíclicos naturales</b> como las estaciones, los meses o las horas del día. En esos casos, se trataría de establecer afinidades emocionales entre dichos periodos y los recuerdos, para que así, exista un hilo conductor por afinidades. </div><div><br /></div><div>En conclusión, me parece que buscar un elemento común a una serie de acontecimientos —especialmente un elemento emocional— puede proporcionar una estructura más resonante con el lector. Además, puede servir para dotar a una narración de <b>elementos creativos</b> que provoquen curiosidad sin alterar la esencia de los sucesos narrados.
</div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-25552906725263190332022-01-15T13:29:00.003+01:002022-05-25T21:32:31.718+02:00Salmo 256<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">1</span></sup><i>Se oye un grito que tildan de injusto, dramático e inmaduro. Nadie sabe, en
cambio, que nace de un corazón. Entregó su imperfección rota, y rota le fue
devuelta. Lo anunció, lo defendió y profundizó en él: lo hizo conocer y
amar; y él, lo abandonó.</i>
</p>
<center>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">2</span></sup>¿Por qué lo haces? Me has entregado al enemigo. <br />
<sup><span style="color: #cccccc;">3</span></sup>Cualquier agrado es mejor que este yermo frío, gris y solitario, <br />
donde abunda la corrupción y criaturas enloquecedoras me acechan. <br />
<sup><span style="color: #cccccc;">4</span></sup>¿Cómo pueden estos labios resecos rechazar un bálsamo?<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">5</span></sup>Aquí no hay nada, tampoco esperanza.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">6</span></sup>Esta tierra dura sólo acoge las cuatro semillas que me quedan:<br />
enfado, hambre, soledad y cansancio.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">7</span></sup>¿Qué terrible planta brotará en este infierno?<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">8</span></sup>Sólo tú lo sabes y sólo tú lo permites.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">9</span></sup>Me entregué a tus cuidados cargado de esperanza… y mira:<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">10</span></sup>otro se hizo cargo de mí,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">11</span></sup>me abandonaste.<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">12</span></sup>¿Por qué lo permites? ¿Por qué me has abandonado? <br />
<sup><span style="color: #cccccc;">13</span></sup>Desde entonces, me he convertido en gusano.
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">14</span></sup>Puedes crear de la nada, tienes el poder de la vida y de la muerte.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">15</span></sup>Venciste al mal… o eso nos contaron.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">16</span></sup>Y, heme aquí llorando.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">17</span></sup>¿Dónde está tu poder?<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">18</span></sup>El enemigo es poderoso,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">19</span></sup>su fuerza está patente.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">20</span></sup>Hoy no veo la tuya<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">21</span></sup>¿serían ilusiones las de ayer?<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">1</span></sup>Actualizar, actualizar, actualizar… no
hay nada.<br />
Silencio.
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">22</span></sup>El mundo gira sin ti.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">23</span></sup>No estás en las sonrisas de los
niños,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">24</span></sup>ni en las mentes de los hombres
alegres.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">25</span></sup>Nadie te recuerda, ni siquiera para
negarte.<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">26</span></sup>Mi llanto roto es inútil,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">27</span></sup>soy como un fantasma.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">28</span></sup>Quise ser niño porque tú me lo
dijiste.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">29</span></sup>Pero ¿cómo?<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">30</span></sup>¿Quién no acude a la llamada
angustiada de un hijo?<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">31</span></sup>Tú mismo lo dijiste.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">32</span></sup>Pero mi voz se pierde en las simas
del páramo,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">33</span></sup>en los abismos de la tierra.<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">34</span></sup>El viento es frío, no paro de
temblar.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">35</span></sup>Prefiero una llama falsa, pero
calor;<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">36</span></sup>las gentes falsas, pero compañía;<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">37</span></sup>los tubos de neón, pero luces.<br />
</p>
<p>
<sup><span style="color: #cccccc;">38</span></sup>La ficción a la verdad desolada,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">39l</span></sup>la cárcel contra el duro
destierro,<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">40</span></sup>las risas falsas al silencio
mortecino.<br />
<sup><span style="color: #cccccc;">41</span></sup>¿Por qué me abandonaste?
</p>
</center>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-27374999255330258652021-12-27T10:00:00.000+01:002022-01-15T13:31:02.258+01:00Volver la vista atrás<blockquote>Mirar hacia atrás es, en algunos casos, una invitación a la nostalgia y al recuerdo envuelto en mil sentimientos; pero también puede sear algo muy distinto.</blockquote>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-22042377611703903032020-05-01T14:18:00.000+02:002020-05-01T14:18:02.909+02:00El viento y el campesino<div class="MsoNormal">
El viento del norte le provocó un escalofrío. El anciano
campesino no supo —o no quiso— adaptarse, así que su búsqueda se volvía más
inútil a cada paso. Perdido, anduvo por innumerables caminos, porque si algo
sabía hacer, era caminar. Oyó voces y ruidos, vio sombras y destellos, pero no
aparecía su destino.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La tierra lo llamaba y no le quedó más remedio que darse la
vuelta… o asumir una muerte solitaria, junto al camino. La locura de perseguir
un sueño imposible le había arrebatado la vida y las fuerzas. «¡Sal!», le
decían. «Vete de aquí, viejo; y déjanos en paz. Este no es tu sitio». No lo
era.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El viento del norte, que barría las tierras conocidas y las
ignotas, se le clavaba en el corazón. <o:p></o:p></div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-13999138054715685772020-01-27T19:42:00.000+01:002020-01-27T19:42:07.127+01:00El mar que llama<span style="color: #c27ba0;">La mar está tranquila;</span><div>
<span style="color: #999999;">la lluvia menuda ha atemperado la superficie</span></div>
<div>
<span style="color: #76a5af;">que refleja plomiza el gris de las nuebes allá en lo alto.</span></div>
<div>
<span style="color: #e69138;">Es un gris cálido, un poco dorado.</span></div>
<div>
<span style="color: #3d85c6;">A la vista hay pequeños botes de pescadores,</span></div>
<div>
<span style="color: #666666;">a lo lejos me esperan de vuelta las piedras de la playa solitaria</span></div>
<div>
<span style="color: #351c75;">y en el infinito, la línea donde unen la tierra y el cielo. </span></div>
<div>
<br /></div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-59843849323146521892018-03-27T22:23:00.000+02:002018-03-27T22:23:38.229+02:00El día en que dejé de escribir, de dibujar, de crear y de divertirme<div style="text-align: justify;">
Es uno de esos momentos nimios en los que hay un antes y un después en la vida. Los que me conocen saben que la montaña me entusiasma y me apasiona. Durante mucho tiempo he disfrutado enormemente de esta afición. Inmerso en el mundo de las redes sociales, encontré en Facebook la forma más sencilla y directa de compartir esos buenos momentos con mis amigos y familiares. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, algo cambió hace cinco años. Estaba subiendo una importante cumbre del sur de España, cuando —a cincuenta metros de la cima— me di cuenta con una claridad meridiana de que eran más fuertes mis deseos de publicar una foto en la cumbre que de disfrutar el momento de la coronación: en ese momento supe que había caído en la trampa de las redes sociales. En vez de un medio se habían convertido en un fin ¡y eso que siempre he mantenido una distancia prudente y sobria respecto a ellas!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Después me di cuenta de que algo similar había ocurrido con lo que escribía, con lo que dibujaba o con lo que componía. El auténtico placer de crear había sido engullido por la soberbia vanidad de recibir aprobación… y lo peor de todo ¡es que ya no era divertido!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
He encontrado aridez cuando profesionalmente he tenido que escribir ¿cómo puede ser? —me decía mientras intentaba utilizar la retórica más conmovedora para mis lectores o evaluadores—. También cuando he tenido que ilustrar mis trabajos, hasta el punto de que últimamente no he conseguido vencer al —antaño desafiante y placentero— papel en blanco. Sí, me dejé llevar por la corriente que tanto critiqué, y ahora escribir, dibujar y crear no son procesos agradables. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Cómo salir de aquí? Creo que de igual manera lo he experimentado en uno de esos momentos nimios: solo en casa, sin citas ni nadie que me espere, con un vals de Strauss de fondo, quise elaborar un escrito bello… sin más utilidad que el «porque sí». He visto cómo fluían de nuevo ideas olvidadas, cómo al intentar introducir frases hechas de otros, mi espíritu me decía: si haces eso, ya no será una obra tuya de verdad. Me he dejado llevar por el placer de escribir, como si fuera un juego: palabras, rimas, sentidos, tachones… ¡y ha sido muy divertido!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-59072587327386991452018-03-27T20:48:00.001+02:002018-03-27T22:24:02.445+02:00Danza<div style="text-align: justify;">
Tú y yo danzamos: dos y uno; uno y dos.</div>
<div style="text-align: justify;">
Primero tú y luego yo; después tú y antes yo.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Hasta dónde llegaremos, mi amada?</div>
<div style="text-align: justify;">
Por aquí ya no hay camino, no oímos a nadie.</div>
<div style="text-align: justify;">
Los viejos se quedaron atrás conversando en el cruce del leño de roble astillado.</div>
<div style="text-align: justify;">
—Los viejos hablan y hablan, pero no aman.</div>
<div style="text-align: justify;">
Sólo la espalda del Artista se deja ver entre las nubes:</div>
<div style="text-align: justify;">
«Os hice para contemplar».</div>
<div style="text-align: justify;">
Un dolor anuncia la muerte y la fragilidad; no podemos ser más de lo que somos, pero el Artista nos ha dado ya el brillo excelso de lo que mañana seremos.</div>
<div style="text-align: justify;">
«¿Parecer? ¿belleza? ¿hermosura?» —calla el Artista, mientras con sus manos amorosas imprime vida a un retazo de seda verde que también danza alrededor de los amados.</div>
<div style="text-align: justify;">
¡Qué hermosa eres amada!</div>
<div style="text-align: justify;">
La danza se hizo para los enamorados.</div>
<div style="text-align: justify;">
El artista tiene en sus manos el leño de roble y lo acaricia con cariño de sabio, de genio, de esposo y de padre.</div>
<div style="text-align: justify;">
Labra en él un rostro para los que saben mirar, y le da vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
¿Tú sabes cómo se llaman esas flores moradas que se abren a nuestro paso?</div>
<div style="text-align: justify;">
—«son violetas, amado».</div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora sé que la música no nos empuja, sino que nos atrae.</div>
<div style="text-align: justify;">
El retazo de seda verde llega de nuevo hasta el artista y lo guarda en una caja que dice: «Os hice para contemplar».</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-83780794883224597862013-12-09T19:51:00.000+01:002013-12-09T19:52:09.057+01:00¿Qué estará pensando?<div style="text-align: center;">
¿Qué estará pensando?</div>
<div style="text-align: center;">
Quizás en una sencilla reunión,</div>
<div style="text-align: center;">
en un encuentro de amigos.</div>
<div style="text-align: center;">
¡Ha pasado tanto tiempo!</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Qué difícil es leer su cara:</div>
<div style="text-align: center;">
a la vez desvío y pasión.</div>
<div style="text-align: center;">
¿Habrá algo escondido?</div>
<div style="text-align: center;">
Hablamos, hablamos, hablamos.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
¿Qué estará pensando?</div>
<div style="text-align: center;">
Cuando miro sus rodillas</div>
<div style="text-align: center;">
y subo pronto la mirada.</div>
<div style="text-align: center;">
¡El tiempo no ha apagado nada!</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Todo es muy sencillo:</div>
<div style="text-align: center;">
cómo marchan nuestras vidas;</div>
<div style="text-align: center;">
ambas están varadas.</div>
<div style="text-align: center;">
Hablamos, pensamos, callamos.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
¿Qué estará pensando?</div>
<div style="text-align: center;">
Nos falta simplismo</div>
<div style="text-align: center;">
y nos sobran los disfraces.</div>
<div style="text-align: center;">
El bizcocho estaba delicioso.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Y así la tarde va pasando,</div>
<div style="text-align: center;">
y nosotros los mismos mismos,</div>
<div style="text-align: center;">
y nosotros siempre cobardes.</div>
<div style="text-align: center;">
Miramos, tapamos, hablamos</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
¿Qué estará pensando?</div>
<div style="text-align: center;">
¿Por qué no se ha olvidado?</div>
<div style="text-align: center;">
Así lo hacen los amigos,</div>
<div style="text-align: center;">
seguiremos en contacto.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Llegó la noche con sigilo.</div>
<div style="text-align: center;">
El teatro se ha apagado</div>
<div style="text-align: center;">
y es amistoso el despido.</div>
<div style="text-align: center;">
Bajamos, sentimos, callamos.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-54485715547439037892013-01-28T12:38:00.003+01:002013-01-28T12:38:40.316+01:00RemodelaciónEn breve habrá novedades. Hasta entonces, pueden pasar cosas raras por el blog :)JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-29763124145934801192013-01-26T15:40:00.000+01:002013-01-26T16:02:21.419+01:00Robo<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #073763;">Una noche perfecta para componer una canción:</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #0b5394;">la luna brilla llena, y la brisa es de azahar.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #3d85c6;">Las estrellas llevan sus cuentos a los poetas</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6fa8dc;">y el sueño de Apolo llena la tierra de magia.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #b45f06;">Pero…</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #274e13;">Las cuerdas de mi guitarra hoy no quieren vibrar.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #38761d;">y la sucesión de notas no forma melodías</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6aa84f;">ni en los acordes más alegres hay armonía.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #93c47d;">Sólo el bordón quiere sonar… para llorar.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #660000;">Porque esta noche, se ha vuelto oscura</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;">y las estrellas hoy no traen cuentos</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #cc0000;">su brillo es triste y somnoliento,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #e06666;">sin forma, sin gracia, sin figura.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white;"><span style="color: #20124d;">Tu cuerpo de niña, pequeño, suave, y limpio,</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #351c75;">tu torso, tu cintura esbelta, tu cuello</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #674ea7;">tus labios rojos, tus manos, tus cabellos</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #8e7cc3;">Tus ojos vivos –los que se miraban en los míos–</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #073763;">de agua y esmeralda los más bonitos.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #0b5394;">Tu voz que tranquiliza, tu talento, tu cara</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #3d85c6;">tu alegría juvenil, tu sonrisa clara</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6fa8dc;">tu inocencia, tus sueños infinitos…</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6aa84f;">Y tu príncipe…</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6aa84f;">aquel con el que volarías lejos, muy lejos…</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #783f04;">Cuánto tiempo cuidaste tu jardín ¡el más hermoso!</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #990000;">refulgía entonces tu tesoro…</span><span style="color: #b45f06;"> </span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #b45f06;">como la nieve en las alturas</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #cc0000;">como esas flores que crecen tan alto</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #e69138;">que sólo las águilas las pueden mirar.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #e06666;">Una flor… ¡tan pura!</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #274e13;">Tu jardín, tuyo, frondoso.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #38761d;">Pero entró el ladrón de dulzura revestido,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6aa84f;">y te hechizó para hacer lo que nunca habías querido,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #93c47d;">y ensucio lo que era tan hermoso.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #45818e;">Qué larga la espera, y qué larga es esta noche.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #783f04;">Él se ha dormido, y tu corazón está como helado,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #b45f06;">y lo ves viejo, y vacío y agrietado.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #e69138;">Y quieres llorar, pero tus lágrimas son tan amargas…</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #f6b26b;">tan amargas… que quieres que alguien llore por ti</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #4c1130;">La madrugada araña los bloques de hormigón.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #741b47;">El jazmín enamorado cierra sus flores</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #a64d79;">y el alba lanza a todos sus albores</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #c27ba0;">El mundo no ha dejado de girar</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #c27ba0;">y despierta los corazones en el lecho:</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #d5a6bd;">el uno roto, y el otro… el otro… satisfecho</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #274e13;">Y nadie se da cuenta de tu herida,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #38761d;">de tu emponzoñada mordida,</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6aa84f;">Nadie se da cuenta… nadie… y menos él.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #073763;">Quizás esta noche pueda componer mi canción:</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #0b5394;">quizás la luna brille llena, y la brisa sea de azahar.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #3d85c6;">Las estrellas lleven sus cuentos a los poetas</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6fa8dc;">y el sueño de Apolo llene la tierra de magia.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="color: #6fa8dc;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="color: #6fa8dc;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: left;">
<i>------------</i></div>
<div style="text-align: left;">
<i>Un poemilla que llevaba dormido en mi escritorio casi un año y por fin ha despertado :)</i></div>
<div>
<br /></div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-36209983049806347102012-12-03T20:03:00.001+01:002012-12-03T20:09:41.220+01:00Un té a las cuatro y diez (parte 3)<div style="text-align: justify;">
Entre las pocas virtudes que tengo –si es que se puede llamar virtud– se encuentra la imperturbabilidad ante estos acontecimientos. Mi confianza en la pericia del capitán suele estar por encima de los temores que pueda estar padeciendo como pasajero.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Así las cosas me dirigí al camarote sin despedirme de aquel tipo. Para acceder desde la cubierta del Föstudagu, había que subir unas pequeñas escaleras metálicas que daban acceso al casillaje. Tras un estrecho compartimento se accedía a un pequeño distribuidor del que salían dos pasillos con camarotes, unas escaleras que conducía a la segunda cubierta, y otras que bajaban al sollado y a las bodegas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde el ojo de buey de mi camarote –que afortunadamente daba a proa– pude observar cómo nos acercábamos al estrecho de Sundini. Las aguas se tornaron más oscuras debido a la corriente. Una niebla fría comenzó a envolvernos, y cuando quise darme cuenta, vi que nos flanqueaban unos enormes y abruptos acantilados. A estribor dejábamos unos poco amigables peñascos, los famosos Rising og Kellingin (El gigante y la bruja) de cuya leyenda escribiré en otra ocasión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Oí entonces unos golpes metálicos en la puerta de mi camarote. Era aquel erudito que conocí en cubierta y cuya interesante conversación interrumpió la megafonía del barco.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
– Disculpe que le moleste. Se le ha caído su cuaderno cuando se dirigía hacia aquí.</div>
<div style="text-align: justify;">
– ¡Caramba! No me había dado cuenta, muchas gracias –le dije–. Si lo hubiera perdido, se hubieran perdido también la mayor parte de las experiencias que he vivido en este viaje.</div>
<div style="text-align: justify;">
– ¿Un cuaderno de viajes?</div>
<div style="text-align: justify;">
– Sí, es una extraña afición que heredé de mi tío.</div>
<div style="text-align: justify;">
– ¿Lleva su cuaderno a todos sus viajes?</div>
<div style="text-align: justify;">
– Sí… aunque bueno, mejor dicho, suelo usar un cuaderno para cada viaje.</div>
<div style="text-align: justify;">
– Disculpe mi curiosidad, pero no he podido evitar fijarme en que está forrado con moleskin.</div>
<div style="text-align: justify;">
– Así es.</div>
<div style="text-align: justify;">
– Debe ser difícil encontrar esos cuadernos.</div>
<div style="text-align: justify;">
– Hasta donde sé, creo que es imposible. Tuve la suerte de heredar de mi tío un montón de ellos sin usar.</div>
<div style="text-align: justify;">
– ¿Era coleccionista?</div>
<div style="text-align: justify;">
– No, viajero… más bien explorador ¡Y muy aficionado a los cuadernos de viajes!</div>
<div style="text-align: justify;">
Y añadí con un aire jocoso:</div>
<div style="text-align: justify;">
– No sólo se hereda el dinero, también las aficiones… y a veces, también las manías ¡y no sabe cuántas manías puede tener un tío escocés!</div>
<div style="text-align: justify;">
Algo cambió en su mirada y con un gesto afectado me dijo</div>
<div style="text-align: justify;">
– No querría ser impertinente, pero ¿qué nombre tenía ese escocés con tan aventurada afición?</div>
<div style="text-align: justify;">
Dudé un instante en mi respuesta, pero no quise ser descortés. Shelds, Arthur Shelds.</div>
<div style="text-align: justify;">
– Sir Arthur Shelds de Braistinlane, Laird.</div>
<div style="text-align: justify;">
– ¡Braistinlane! –pensé– ¿Cómo puede saber lo de Braistinlane? Debió adivinar mi sorpresa porque añadió:</div>
<div style="text-align: justify;">
– Mi querido amigo ¿le apetece una taza de té?<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Eran las 16:10</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(continuará...)</div>
JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-71450593295273925292010-01-25T17:10:00.005+01:002010-01-25T17:18:19.893+01:00Un té a las cuatro y diez (parte 2)<div style="text-align: justify;">Eran las 16:00 horas, y por encima del paralelo 62º anochecía a las 18:00. Quedaban por tanto dos horas de luz, suficientes para llegar al puerto de <span style="font-style: italic;">Tórshavn</span> en las Islas Feroe antes del anochecer.<br /><br />La mar se hallaba en calma, y tras abrigarme como exigía el frío viento, salí a cubierta para gustar el aroma del mar. Allí estaba él, asido al pasamanos de popa, y degustando lo que parecía un humeante té. Lo había visto un par de veces durante el viaje, pero nunca había hablado con él.<br /><br />– Menudos vientos los que arañan estos mares ¿eh amigo?– dije muy ligeramente.<br />– Creo que no van a ser nada en comparación a los que encontraremos en <span style="font-style: italic;">Tórshavn</span>.<br />– ¿Usted cree amigo? Si es así, no me separaré mucho de mi chaleco salvavidas– repliqué con una sonrisa vacía.<br />– No creo que el chaleco salvavidas pueda hacer mucho por usted en los fiordos.<br />– ¿Qué tienen que ver los fiordos?<br />– Si no me equivoco, el último parte meteorológico pronosticó marejada y viento de levante en la línea de costa.<br />– ¿Y eso qué significa?<br />– Pues que habremos de llegar a <span style="font-style: italic;">Tórshavn</span> por el <span style="font-style: italic;">paso de Sundini</span>.<br />– ¿Y qué es el <span style="font-style: italic;">paso de Sundini</span>?<br />– Es un estrecho canal que separa <span style="font-style: italic;">Eysturoy</span> y <span style="font-style: italic;">Streymoy</span>.<br /><br />Antes de nada, debo decir que al igual que la mayoría de las personas, sólo soy capaz de mantener dos tipos de conversaciones: aquellas superficiales en las que más bien se habla por hablar, y aquellas personales en las que se habla sobre uno mismo o sobre lo que creemos que piensan y sienten los demás.<br /><br />Sin embargo, esta vez me hallaba en una conversación científica. Me estaba hablando de los fondos marinos de Islandia, de las montañas subacuáticas, de los fiordos, de las fallas y los acantilados... era como si estuviera recibiendo una clase de Ciencias Naturales en la Universidad o como si estuviera viendo –escuchando– uno de esos documentales que ponen en televisión a la hora de la siesta.<br /><br />El barco comenzó a mecerse más de lo habitual, el viento empezó a rugir por entre las antenas, y las olas rompían en las amuras del barco hasta llegar a cubierta. Se ordenó por megafonía que todos bajáramos a nuestros camarotes. Vi entonces volar a lo lejos algunos frailecillos. Nos acercábamos a Islas Feroe.<br /><br />(continuará...)<br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-51957657511301221882009-10-29T00:37:00.003+01:002009-10-29T00:42:31.524+01:00Un té a las cuatro y diez (parte 1)El día en que lo conocí, no noté nada extraño salvo su asombrosa habilidad para caerle bien a todo el mundo. Ahora, diez años después, sigue anonadándome su templanza y su saber estar. Y más aún, sigo sin comprender cómo una vida tan desdichada forjó en él un carácter tan especial.<br /><br />Creo que soy de los pocos que se han dado cuenta. Aun estando embarcado en innumerables empresas y proyectos... siempre está solo. He tenido que compartir con él muchas horas, muchos tes, y sobre todo, muchos paseos, para romper mi paradigma de la soledad.<br /><br />Volvíamos de un viaje a Islandia. Tras una semana de turismo "exótico", regresábamos en el “Föstudagur”, un veloz crucero cuyo nombre en el idioma local significa “viernes”, debido a que es en éste día de la semana cuando la nao parte del puerto de Eyrarbakky rumbo a las Islas Feroe. A lo lejos, se podía divisar aún -en el horizonte-, la cima nevada del Hekla, un estratovolcán de la misma naturaleza que el Teide, y que junto al Etna y al Vesubio, forma los volcanes más activo de Europa.<br /><br />(continuará...)JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-79551235084570156642009-04-22T20:41:00.002+02:002009-04-22T20:48:51.247+02:00Reset–Si quiere entrar en nuestro país, deberá someterse a nuestras leyes.<br /><br />–No me importa, estoy dispuesto a hacer lo que me digan.<br /><br />–Bien, lo primero de todo es dejar aquí sus recuerdos<br /><br />–¿Disculpe?<br /><br />–Sí, es muy sencillo, y no es nada doloroso<br /><br />–Pero, ¿cómo puede ser eso?<br /><br />–Tan solo tiene usted que entrar en el transductor electro-mental, donde se someterá a un borrado permanete –no durará más de 5 minutos– y en un par de horas habrá perdido usted todos sus recuerdos.<br /><br />–Pero... sin mis recuerdos, no soy nadie.<br /><br />–Muy bien, pues entonces haga el favor de marcharse por donde ha venido. Encantado, y buena suerte.<br /><br />–No, no, espere, me someteré al borrado, pero déjeme entrar en su país.<br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /></div><br />No supo encontrar una respuesta; pero la realidad era que aquella mujer que acababa de conocer era la misma de la misteriosa fotografía que siempre había estado en su bolsillo.<br /><br /><br /><br />----------------------<br /><span style="font-style: italic;">Este blog acaba de cumplr 3 años, así que muchas felicidades a todos, y ¡¡gracias por seguir ahí!!</span>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-15508748465734838392009-01-24T20:14:00.005+01:002009-01-24T20:41:56.744+01:00Misión Voyager<div style="text-align: justify;"><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXto7BktSaI/AAAAAAAAAas/JWNuB57hspU/s1600-h/voyager1.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 238px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXto7BktSaI/AAAAAAAAAas/JWNuB57hspU/s320/voyager1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294941150148118946" border="0" /></a><br /><br />Las sondas Voyager I y II iniciaron su viaje en 1977 hacia la exploración de los planetas exteriores del sistema solar. Su lanzamiento aprovechó una curiosa conjunción planetaria gracias a la cual, la fuerza gravitatoria de dischos astros impulsó las sondas, no necesitando éstas más que pequeñas correcciones en su rumbo. Gracias al proyecto Voyager se descubrieron nuevos satélites, campos magnéticos y anillos, se hicieron cientos de miles de fotografías de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Se observaron las primeras erupciones volcánicas fuera de la Tierra, grabaron los magneto-sonidos de Júpiter, y proporcionaron a la ciencia un sinfín de descubrimientos. El último es el hallazgo de una fuerza de origen desconocido que está frenando las sondas.<br /><br />En 2005, la Voyager I atravesó lo que se conoce como <span style="font-style: italic;">frente de choque de terminación</span> (límite de la influencia del viento solar) adentrándose en la <span style="font-style: italic;">heliofunda</span> (medio de equilibrio entre el viento solar y el medio intelestelar), para llegar a la heliopausa, que es la zona en la que la presión dispersa del viento solar iguala a la del medio inetrestelar. Esto se puede comprender con un sencillo experimento casero sobre el equilibrio laminar del agua.<br /><br />.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXtqH49wg-I/AAAAAAAAAa0/lVke4cVwl0w/s1600-h/helios.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXtqH49wg-I/AAAAAAAAAa0/lVke4cVwl0w/s320/helios.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294942470687196130" border="0" /></a><br /><br />Las Voyager se alimentan con generadores termoeléctricos de radioisótopos de Plutonio-238, que se prevé duren hasta el 2025. Actualmente, la Voyager I, es el objeto artificial más alejado de la Tierra, a más de 108 UA, y sus señales tardan en llegar a nosotros más de 14 horas. Su seguimiento se realiza desde el Radiobservatorio de Robledo (Madrid), perteneciente a la Red de Espacio Profundo de la Nasa, y siguen aportando datos sobre rayos cósmicos, partículas cargadas de baja energía, campos magnéticos, y plasma.<br /><br />Sin embargo, lo más llamativo de las Voyager, es que portan un disco de oro cuyo objetivo es dar a conocer la existencia de la vida en la Tierra a alguna forma de vida inteligente. En él existen fórmulas matemáticas, figuras geométricas, imágenes de la Tierra, dibujos de animales, saludos en diferentes idiomas, piezas de música clásica… y por supuesto, las instrucciones para construir y calibrar el gramófono.<br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXtrQA9k8mI/AAAAAAAAAa8/0LN6dTMmUTQ/s1600-h/golden_record.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 293px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXtrQA9k8mI/AAAAAAAAAa8/0LN6dTMmUTQ/s320/golden_record.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294943709784502882" border="0" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXts5Zy0taI/AAAAAAAAAbE/UAZ_kQskUa4/s1600-h/humans.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 256px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SXts5Zy0taI/AAAAAAAAAbE/UAZ_kQskUa4/s320/humans.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5294945520336549282" border="0" /></a><br /><br />Las Voyager: todas unas obras de arte de la ingeniería que viajan solitarias por el espacio profundo. Un gran éxito de la Nasa, y un gran avance en la investigación espacial y científica para la humanidad.<br /><br />Enlaces para seguir investigando:<br /><br /><a href="http://voyager.jpl.nasa.gov/">Voyager Interstellar Mission</a><br /><a href="http://deepspace.jpl.nasa.gov/dsn/">DSN (Deep Space Network)</a><br /><a href="http://www.mdscc.org/">MDSCC (Madrid Deep Space Comunication Complex)</a><br /><a href="http://www.goldenrecord.org/">Disco de oro</a><br /><a href="http://www.upv.es/satelite/trabajos/Grupo2_99.00/misiones/voyager/ciencia.html">Instrumentación de las Voyager</a><br /><a href="http://sunearthday.gsfc.nasa.gov/2008/TTT/62_heliopause.php">Heliopausa</a><br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-17584955415549181732008-11-16T16:52:00.004+01:002008-11-16T17:05:56.676+01:00Cita en las estrellas—Una cita en las estrellas… ¿cómo se puede prometer eso?<br /><div style="text-align: justify;"><br />La noche estaba nubosa y algunas gotas minúsculas volvían a caer en los charcos que formaba el empedrado de la calle. A lo lejos se escuchaba el ruido metálico que los comerciantes hacían al bajar las persianas, y con ellos, como campana que anuncia las horas, la jornada de trabajo terminaba en la ciudad.<br /><br />—¿Por qué siempre digo lo que no tengo que decir? —Se preguntaba a sí misma a la vez que desdoblaba el cuello de su chaquetón para abrigarse.<br /><br />Llegó a casa en apenas veinte minutos. Hoy se había dado prisa, tanto que su madre se sorprendió, y no sabía si era por no mojarse, o por la alegría de saber que empezaban oficialmente sus diez días de vacaciones.<br /><br />—¿Pero cómo has llegado hoy tan pronto? Aún no he preparado la cena. Esta vez no tienes excusa para no ayudarme —añadió con sonrisa bribona tras darle un beso.<br /><br />—Es que temía mojarme, y he acelerado un poco más el paso, ya sabes que me gusta que llueva en el campo, pero no aquí… porque me mojo —dijo sacando la lengua y poniendo cara de pícara.<br /><br />Su madre sonrió y añadió: —Hablando de campo, mañana tenemos que ir al pueblo porque tu padre quiere despedirse de tus tíos antes de que se vayan o no sé qué. Si quieres, te puedes quedar allí con tus primas.<br /><br />La idea no le agradaba mucho. Aunque no había hecho planes, no se le había pasado por la cabeza empezar sus vacaciones en el pueblo. Ella era más de ciudad, y en esta época del año había muchas cosas que hacer en la gran urbe. Aunque bueno… bien pensado, quizás le viniera bien un cambio de aires.<br /><br />Tras cenar, el apacible y obligado rato de sobremesa, y preparar las cosas para el día siguiente, se fue a la cama. Como siempre que llovía, no cerró completamente la ventana de su habitación —que era de guillotina—, sino que dejó una rajita de unos tres dedos para recrearse en uno de sus placeres secretos: escuchar la lluvia en la oscuridad, y sobre todo, disfrutar del olor a tierra mojada mientras se hundía en su cama arropada hasta las orejas. De esta manera, se relajó tanto y tanto, que se quedó dormida justo cuando la luna se asomó por un pequeño claro que se formó entre los nubarrones.<br /><br />—Le he fallado —se decía a sí misma en el coche camino del pueblo, mientras dejaba escapar algún que otro suspiro.<br /><br />—¿Qué te pasa? ¿Se te está haciendo largo el camino? Ya mismo llegamos —dijo su padre.<br /><br />— No es nada, son sólo las curvas del camino, que me han atontado un poco —dijo ella.<br /><br />Mientras tanto, su madre, la miró con ternura por el espejo retrovisor, pues todo el mundo sabe que las madres conocen lo que nos pasa antes de que se lo contemos.<br /><br />El día pintaba espectacular; tras las abundantes lluvias, los prados, los olmos, y las cunetas de los caminos vestían de verde, el cielo estaba azul, azul y limpio, y corría una brisa húmeda impregnada de frescura. Con tal panorama, no paró de hacer cosas el primer día, pues ya os adelanto que decidió quedarse a dormir en casa de sus primas. Sin embargo, dejadme que os cuente lo que ocurrió por la noche.<br /><br />Como siempre que iba a casa de sus tíos, se instalaba en la buhardilla, una de ésas cuyo techo artesonado sigue la forma de los faldones del tejado. La habitación era muy sencilla: el suelo era de madera y estaba cubierto en el centro por una gran alfombra de felpa. Había un armario gabanero al fondo, dos estanterías a un lado, y un baúl al otro; junto a la cama, una mesita de noche con dos cajones, y encima de ésta, un aguafuerte de la Virgen de Guadalupe. En las paredes había dos repisas con cajas de pleita, un perchero, un espejo cuadrado, y un ventanuco desde el que se podía ver el cielo estrellado. Se veían Orión, Perseo, Géminis, el Auriga, y todas las constelaciones sobre las que él le había contado tantas historias.<br /><br />—En las estrellas… ¿A quién se le ocurre?...<br /><br />El día había sido ajetreado, y estaba demasiado cansada para seguir dándole vueltas a lo mismo, así que se tumbó en la cama, se cubrió con dos gruesas mantas de lana, y apagó el quinqué, porque no sé si os he contado, que en algunos pueblos, aún mantienen la costumbre de alumbrarse con candiles de aceite y quinqués de petróleo cuando anochece. Tras un minuto, sólo se oía su propia respiración y el cri-cri de algún grillo en el exterior. Por cierto, recordadme que alguna vez os cuente cómo se puede calcular la temperatura a través del canto del grillo. Ni que decir tiene, que las sábanas de algodón estaban heladas, pero poco a poco, como ella, fueron entrando en calor. Mientras, el colchón de lana recién cardada se fue haciendo a su cuerpo hasta conseguir sumirla en el maravilloso mundo de los sueños.<br /><br />En mitad de la noche la despertó un ruido. Era como si hubiera algo revoloteando en la habitación. No acertó a encender la lámpara, pero pudo ver algo brillar al fondo de la buhardilla, junto al armario, algo así como una luciérnaga.<br /><br />—¿Una luciérnaga? ¿Aquí? —pensó mientras se restregaba los ojos.<br /><br />Se levantó y se cubrió con un poncho de lana de alpaca mientras caminaba lentamente, sin encender el quinqué, hacia donde estaba la luciérnaga. Ésta detuvo su vuelo y fue a posarse junto al ventanuco. Con mucho cuidado, se acercó hasta ella, que quieta, también parecía mirarla. No era una luciérnaga, era algo así como una pequeña mariposa, no más grande que un guisante, y que parecía rodeada por una especie de polvillo brillante.<br /><br />—Es la primera vez que veo algo así ¡Eres preciosa!<br /><br />El cuerpo de la mariposa era diminuto. Se acercó aún más, la tenía a menos de cinco centímetros… ¡y no era una mariposa! ¡tenía un cuerpecito! ¡parecía un hada!<br /><br />—¡No puede ser! —exclamó con los ojos como platos.<br /><br />La mariposa asustada comenzó a revolotear y a dejar tras de sí su polvillo luminiscente. Ella la miraba como el niño que ve el mar por primera vez. No se lo podía creer. Sintió como si estuviera en un sueño, o como si se hubiera producido una grieta en el universo de la realidad… y sin embargo ¡todo aquello era real!<br /><br />La mariposa-hada realizó una extraña danza en el aire, dibujando con sus partículas de luz unos trazos como los que dejan esas avionetas que dibujan con humo mensajes publicitarios en los cielos de algunas playas. Y ese mensaje decía:<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-style: italic;">"TE ESPERA"</span><br /></div><br />Su corazón comenzó a palpitar más deprisa aún, y como por instinto se asomó al ventanuco. El cielo había cambiado, las constelaciones habían girado, debía ser muy tarde, y las estrellas brillaban aún más. Miró de nuevo hacia atrás, pero ya no estaba la mariposa. Las letras que dibujó con su estela de luz se deshacían y caían brillantes como la nieve del invierno. Volvió a mirar a través del ventanuco, y justo en ese momento, pasó una estrella fugaz, a la vez que por su mejilla se le deslizó una lágrima… y luego otra… y después otra.<br /><br />—¡Quería quedar contigo! ¡Te prometí una cita! ¡No me he olvidado de ti! ¡Pero no puedo llegar a las estrellas!<br /><br />Todo el mundo duerme y hay silencio, hasta el grillo ha dejado de cantar. La noche está cerrada. El frío viento viajero acaricia las peñas de los montes. El mundo duerme… y la magia despierta. Las mágicas estrellas danzan y tiritan en la superficie del estanque. La Luna embruja con luz plata los campos, los ríos y los caminos; y la niña que sueña, permanece asustada junto al ventanuco.<br /><br />Todo a su alrededor era oscuridad: oscuridad e inmensidad. La nada. Sin embargo la envolvía un extraño sentimiento de calor y de paz. Poco a poco, comenzaron a brillar unos diminutos puntos de luz a lo lejos. Ya no tenía miedo. Unos eran azules, otros rosados, otros amarillos, y los más, blancos. Gradualmente, se fueron haciendo más y más brillantes, a la vez que aparecieron como unas neblinas de luz: verdosas, violetas y azuladas. Unas eran ovaladas, otras globulares y otras tenían forma de espiral. A su alrededor pareció formarse un universo vital de farolillos, nubes, y formas galácticas que fueron frenando su baile hasta detenerse por completo.<br /><br />De repente apareció alguien tras lo que parecía un cúmulo oscuro. Iba con prisa y repitiendo:<br /><br />—Si es que algún día voy a perder hasta la cabeza.<br /><br />Vestía una bata blanca —o más bien amarillenta—, en el bolsillo del pecho llevaba una calculadora, y en los bolsillos laterales un cuaderno, y lo que parecía una extraña linterna. Llevaba colgados al cuello un cronómetro de manecillas y un sextante, y en su oreja izquierda portaba un lápiz bicolor. Bajo el brazo izquierdo llevaba una carpeta de pinza llena de hojas de cálculos, y en la mano derecha un maletín cilíndrico con unas asas de latón brillante.<br /><br />—No lo entiendo, no lo entiendo. Se me ha vuelto a escapar —decía mientras se le caía una de las cuartillas de su carpeta.<br /><br />— Dos a la cuarta… cinco, ocho y trece… ¡pero si es que tiene que ser así! — resoplaba mientras se daba la vuelta como habiendo olvidado algo.<br /><br />— El reostato, el reostato… luego lo apago… ocho, trece y veintiuno… ¡no lo entiendo! —Y otra vez desapareció.<br /><br />Tras unos instantes sin saber qué hacer, se acercó hasta donde estaba la cuartilla, se agachó lentamente, y la cogió con delicadeza como el que recoge un vilano de diente de león para que no se deshaga. La observó sin entender lo que aquellos números, flechas y garabatos significaban, pero esbozó una sonrisa al tiempo que pensó que todo era tal y como lo imaginaba.<br /><br />De pronto apareció de nuevo, como de la nada, caminando presuroso enfrente de ella mascullando algunos pensamientos en voz alta; y cuando alzó la vista, sus miradas se encontraron.<br /><br />—Toma, creo que se te ha caído esto ¿Es tuyo?<br /><br />¿Qué pasó entonces? Lo que ocurrió fue una historia fantástica como nunca jamás se ha escrito, y no sé si existiría pluma en el mundo capaz de narrar lo que sucedió. Mucho me temo que si alguna vez me decidiera a hacerlo, me tomarían por loco loco, me internarían en un manicomio, y no podría volver a escribir historias para vosotros. Sólo os diré que cuando escuchéis algo revolotear por la noche en vuestra habitación, no encendáis la luz, y que si entre Orión, Perseo, Géminis y el Auriga veis una estrella fugaz, acordaos de la cita que tuvo lugar en las estrellas y cuya historia ya conocéis.<br /><br />¡Nos vemos en las estrellas!<br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SSBB7Ccf2JI/AAAAAAAAAO4/6E7Pfg32mPM/s1600-h/cita_estrellas.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 300px; height: 179px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/SSBB7Ccf2JI/AAAAAAAAAO4/6E7Pfg32mPM/s320/cita_estrellas.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5269284046547966098" border="0" /></a><br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-10297457888291648002008-11-10T00:05:00.002+01:002008-11-10T00:08:54.335+01:00Madurando una idea<div style="text-align: justify;">Después de meses sin escribir, vuelvo a las andadas. En breve espero poder publicar una historia llamada "Cita en las estrellas", y creo que esta mini-entrada, en Arpegios Thorkianos -a los que debo tanto- es el mejor camino para ir fraguándola.<br /><br />Un saludo a todos y ¡hasta pronto!<br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-78330403260251963432008-05-23T11:44:00.002+02:002008-11-16T16:52:08.671+01:00El tren. Parte 6<div style="text-align: justify;">Cuando abrió los ojos, creyó estar en una gruta de grandes dimensiones. No lo supo muy bien porque la cabeza le daba vueltas. Intentó incorporarse para mirar en derredor, pero sus delicados miembros estaban magullados y entumecidos. La gema que llevaba en el cuello brillaba e iluminaba toda la estancia dejando ver que se encontraba en un recinto pétreo de forma circular. Tendría unos cien metros de diámetro y una altura de no menos de cinco. Adornaban el techo algunas estalactitas y restos de diaclasas. Ella estaba en un saliente, similar a una pila bautismal, y arriba, a unos tres metros por encima de ella, se abría una oscura abertura, como si fuera una chimenea, por la que caía una potente cascada, y que seguramente sería la que la había arrastrado hasta donde estaba. Después del saliente, la cascada volvía a saltar a un lago que inundaba toda la gruta.<br /><br />El lago no tenía orillas ni salidas. Las paredes que lo rodeaban eran todas verticales. El agua se debía evacuar por alguna filtración o a través de alguna galería subterránea. La gema brillaba con un fulgor azul, pero las aguas del lago se veían negras, oscuras y muy profundas.<br /><br />No había forma de trepar por la sima por la que había caído, y mucho menos con la corriente en contra, así que supo que estaba atrapada. Sin embargo, el sentimiento que tenía no era de tristeza sino de temor. Las aguas negras la atemorizaban a pesar de la luz cálida de la gema. Eran como un abismo misterioso que no se podía salvar.<br /><br />Inesperadamente la cueva empezó a vibrar. La gruta crujió, y la roca dejó escapar un grito sordo. Del techo se desprendieron pequeños pedruscos, y las aguas del lago se estrellaban contra las paredes verticales dando una visión apocalíptica. Un gran temblor surgía del fondo de la tierra. El estruendo cada vez era mayor y parecía provenir de la parte izquierda. Un débil resplandor se dejó ver en el fondo del lago. Era como si una luz empezara a brillar en las profundidades.<br /><br />Con extrañeza y temor se reclinó sobre el saliente y vio a parecer algo que cruzaba el fondo del lago a gran velocidad. Se veía muy profundo, y era como un dragón rodeado de luz. El ruido era ensordecedor. El ser aquél parecía no tener fin, y las aguas se agitaban aún más a su paso. No era un dragón… era un tren.<br /><br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-55177985671455611362008-05-02T13:37:00.003+02:002008-05-02T13:42:10.562+02:00El tren. Parte 5<div style="text-align: justify;">El espesor del bosque empezaba a agobiarla. Lo que en un principio parecía un sendero, ahora era una maraña de helechos, ramaje y arbustos. Mientras tanto, allá arriba, las altas y frondosas copas de los árboles no dejaban pasar la luz del sol. Sus delicados pies descalzos estaban hinchados, y sólo el pensamiento del gran rey y la gema que llevaba en el colgante le daban fuerzas para seguir caminando.<br /><br />Llegó un momento en el que la vegetación le impedía avanzar. En su antigua vida todo hubiera sido más fácil, pero ahora el bosque le cerraba el camino con espesas palmas y plantas enredaderas. Sus ánimos se empezaron a venir abajo justo cuando escuchó el rumor de un río. No le costó poco trabajo llegar hasta él, pero mereció la pena, pues éste era poco profundo y poco caudaloso, y por lo tanto, podría avanzar más rápidamente por él que por el bosque. Sintió un gran alivio cuando sus pies doloridos entraron en contacto con el agua fresca y cristalina. El lecho era arenoso y cómodo, el agua no le llegaba más arriba de las rodillas, y los obstáculos que tenía que salvar no eran más que pequeñas cascadas.<br /><br />El espesor la seguía rodeando, y no distinguía en él ningún claro, ni ningún camino salvo el cauce del arroyo. Caminó así durante unas dos horas hasta que de repente, el río parecía terminar bruscamente. Una oscura sima de un metro de diámetro engullía todo el agua del río a modo de desagüe.<br /><br />El cansancio hizo mella en ella, y la desesperación de no tener un camino, fue lo que terminó de derrumbarla y hacerla llorar. ¿Por qué todo parecía volverse contra ella?… En un último esfuerzo se agarró a una de las ramas de un sauce que caían hasta el río, y así poner el pie en tierra firme, con tan mala fortuna que la rama se partió.<br /><br />Sintió un golpe en la cabeza, que se hundía en la sima. Sintió que tragaba agua, y después… ya no sintió nada.<br /><br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-70522147240890295802008-04-23T12:43:00.000+02:002008-04-23T12:45:03.972+02:00El tren. Parte 4<div style="text-align: justify;">Los pasajeros del tren eran todo mayores, muy mayores. Lo adivinó no sólo por sus vestidos antiguos y ajados, sino por sus rostros arrugados y funestos. Por sus semblantes, se diría que estos octogenarios parecían estar más cerca de la muerte que de la vida, de la noche que del sol, de la tristeza que de la alegría. Es por eso que miraban hacia el suelo como queriendo volver a la tierra de la que nacieron. Sus marcadas ojeras escondían miradas taciturnas, y ninguno de aquellos vetustos ojos abandonó su abstracción para fijarse en el joven pasajero.<br /><br />Caminó con sigilo entre aquellos seres casi espectrales y se sentó en unas bancas de madera acolchadas junto a un señor que vestía uniforme militar. Por las tres estrellas de ocho puntas en su hombrera, supo que era coronel. Lucía un espléndido bigote blanco terminado en unos señoriales rizos. Sus manos eran grandes, su piel, arrugada y castigada por el sol, y su rostro, al igual que el de sus compañeros de viaje, rígido y triste. Calzaba unas botas de caña alta, uniforme azul marino, fajín celeste, galones dorados, siete condecoraciones, y un sable al cinto con un escudo engastado que el chico no supo reconocer.<br /><br />Tras diez minutos de indecisión, el muchacho reunió fuerzas, y con voz entrecortada se dirigió hacia su compañero.<br /><br />– Perdone, señor, ¿hacia donde lleva este tren?<br /><br />El oficial seguía mirando inmutable hacia el suelo mientras el muchacho lo miraba fijamente esperando una respuesta. El tiempo discurría con lentitud. Un leve traqueteo arrullaba el tren, y la respuesta no llegaba. Así que el muchacho, decepcionado, miró hacia otro lado como si le hubiera hablado a una estatua. Minutos después, el joven se puso en pie para abandonar aquel vagón cargado de silencio, misterio y tristeza.<br /><br />– Muchacho – habló el coronel con voz pesarosa sin despegar la mirada del suelo.<br />– ¿Señor? – al chico le brillaron los ojos.<br />– No sé ni cómo has entrado ni quién te ha traído, pero sal de aquí - mandó con autoridad.<br /><br />El coronel estornudó varias veces y su rostro se arrugó aún más por el dolor.<br /><br />– Dime, chaval, ¿de qué color es mi fajín? – y volvió a estornudar.<br />– Creo que celeste, señor, celeste como el cielo – contestó el muchacho con extrañeza.<br /><br />El coronel entonces levantó la mirada y clavó sus ojos en el muchacho, que no pudo reprimir un grito de sobresalto.<br /><br />– Ya no me acuerdo de lo que eran los colores, y pronto te pasará lo mismo si no abandonas este tren de muertos.<br /><br />Los ojos del coronel eran uniformemente grises y sin brillo, como si fueran de piedra caliza. No se adivinaba pupila ni iris, y la impresión que daban, era verdaderamente escalofriante.<br /><br />Una señora levantó su cabeza envuelta en un pañuelo negro, y el muchacho descubrió que también tenía los ojos grises... todos tenían los ojos grises... grises y de piedra.<br /><br />Asió con fuerza su morral, y lleno de temor, empezó a caminar de espaldas, buscando con el brazo la puerta del vagón, mientras los pasajeros le iban dirigiendo sus dantescas miradas. Cuando llegó a la portezuela se giró rápidamente intentando accionar el pomo que tantos problemas le había dado antes. Justo entonces sintió que alguien le cogía del hombro.<br /></div>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-5572871455708205862007-12-30T00:14:00.000+01:002008-12-11T09:40:20.373+01:00El tren. Parte 3<div style="text-align: justify;">El vagón tenía unos ocho metros de largo y dos y medio de ancho. Estaba construido en madera: el suelo de caoba y las paredes de pino. El techo era de chapa galvanizada, pero lo aislaban unas planchas de corcho forradas con una rica tela roja de terciopelo con ribetes dorados. En la parte delantera había tres filas de asientos acolchados de cuero, y en la trasera, otros tres mirando al frente y tres mirando hacia atrás. En el centro, había un largo asiento lateral, bajo las ventanillas, en el que podían sentarse varias personas. Tres quinqués de petróleo iluminaban el compartimento proporcionando una luz cálida y dura.<br /><br />Era la primera vez que subía a un tren. La madera del vagón crujió bajo sus pasos a la vez que su corazón latía con fuerza. Al cerrar la puerta -que era corredera- dejó de oírse todo el golpeteo de la maquinaria, los silbidos de las válvulas a vapor y el rechinar de las bielas; pareció de repente, como si entrara en otro mundo. Todo era nuevo para él, desde los asientos de cuero, los aderezos de bronce tan bien terminados, y ese olor característico que tiene lo antiguo.<br /><br />Tras unos instantes el tren empezó a moverse y a alejarse de la estación. Por la ventanilla pudo ver los fuegos de los mendigos, los árboles que parecían huir y las humaredas de vapor que iba dejando la locomotora. El cielo estaba oscuro y los quinqués oscilaban rítmicamente mientras el tren marcaba su característico traqueteo.<br /><br />Aparentemente, él era el único pasajero, por lo que decidió pasar al siguiente vagón. Con dificultad giró el pomo bronceado de la puerta delantera, la abrió, y un golpe de viento helado le hizo sujetarse la gorra mientras atravesaba torpemente el enganche que daba paso al siguiente vagón. La puerta de este otro no quería abrir, algún mecanismo atascaba el gozne, y sus dedos entumecidos por el frío empezaban a perder sensibilidad. El tren tomo una curva cerrada que casi le hizo perder el equilibrio. Afortunadamente, pudo asirse a dos cadenas que a modo de protección, unían los vagones. Tras unos minutos luchando con el frío descubrió una palanquita que liberaba una traviesa vertical y finalmente abría la portezuela. Entró rápidamente y la cerró tras de sí cubierto por finos copos de nieve. Cuando se sacudió la gorra y levantó la vista, descubrió que este vagón no estaba vacío. Nadie pareció inmutarse con su presencia, pero su corazón sí se estremeció al contemplar a sus extraños compañeros de viaje.<br /><br /></div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/R3bIbu0LNmI/AAAAAAAAACw/CbnSFALrREU/s1600-h/tren_nieve.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/R3bIbu0LNmI/AAAAAAAAACw/CbnSFALrREU/s320/tren_nieve.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5149523602693633634" border="0" /></a>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-26737028.post-39212829657941794922007-12-29T01:34:00.000+01:002008-12-11T09:40:20.581+01:00Una reflexión breveEsta tarde escuché decir a un fotógrafo:<br /><br /><blockquote style="font-style: italic;">«Sugerir es crear,<br />describir es destruir»</blockquote><br />Tras un tiempo de ausencia, y tras recuperar algo de tiempo, vuelvo. Feliz Navidad a todos y ¡hasta pronto!<br /><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/R3WZy-0LNlI/AAAAAAAAACo/-gYGsTH76Vo/s1600-h/M17.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_EjnMcy2GtwE/R3WZy-0LNlI/AAAAAAAAACo/-gYGsTH76Vo/s320/M17.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5149190850102376018" border="0" /></a>JALhttp://www.blogger.com/profile/13090040986790823930noreply@blogger.com1