31 marzo 2022

El orden de las cosas

Una narración suele discurrir a lo largo de un flujo lineal: nace en los acontecimientos más lejanos en el tiempo, se justifica allí, y atraviesa todos los episodios hasta alcanzar —paulatinamente— los más recientes a modo de lección. Algunas veces, las narraciones no son estrictamente lineales, sino que se permiten licencias como los flash-backs o incluso se admiten múltiples líneas narrativas que se cruzan en momentos clave. Sin embargo ¿Ocurre lo mismo cuando recordamos nuestras experiencias? ¿evocamos los acontecimientos con mecanismos de “avanzar” y “rebobinar”? Propongo una serie de estrategias alternativas de tematización que pueden hacer más interesante la narración de una serie de recuerdos como un viaje, un cambio de ciudad, o simplemente, una mirada al pasado.