27 enero 2020

El mar que llama

La mar está tranquila;
la lluvia menuda ha atemperado la superficie
que refleja plomiza el gris de las nuebes allá en lo alto.
Es un gris cálido, un poco dorado.
A la vista hay pequeños botes de pescadores,
a lo lejos me esperan de vuelta las piedras de la playa solitaria
y en el infinito, la línea donde unen la tierra y el cielo. 

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