19 septiembre 2006

La habitación

Después de bajar las escaleras, cerró la puerta tras de sí. La habitación era cerrada, sin ventanas ni conductos de ventilación, sólo cuatro paredes blancas, un techo desconchado, y un suelo gris. Arriba, uno de esos tubos fluorescentes parpadeantes que impregnan todo lo que iluminan de un tono verde-azulado, muerto y frío. Tampoco había muebles, ni nada que alegrase la estancia, sólo cuatro paredes inertes, un techo desconchado, y un suelo gris. Y allí se sentó en una esquina. Se abrazó las piernas con sus brazos y apoyó la barbilla sobre sus rodillas. La temperatura era baja, y un aroma rancio de humedad, embalsamaba aquella atmósfera taciturna. Pasaron diez minutos. Un crepitar arrítmico del tubo, parecía marcar los tiempos en la habitación. Cambió de postura, el suelo gris era duro y frío, y la luz seguía parpadeando.

Sabía que aquél no era su sitio, que nunca antes hubiera bajado a aquella habitación. Que fuera –arriba – había sol, luz y colores, que estaban sus semejantes, sus seres queridos, su música, la vida, y quizá, el perdón. Pero ahora, no quería estar más que al otro lado de la puerta que separaba el mundo, de su mundo. Allí, nadie la encontraría... Y la luz, seguía parpadeando.

Cambió de postura otra vez más. Esta vez, se tumbó de costado, encogida, como dicen algunos, en posición fetal, y juntó las manos bajo su cabeza. Brotó una lágrima que surcó su nariz chata, su mejilla pálida y sus manos cariñosamente entrelazadas, y se perdió en el suelo gris. Sólo se oía el crepitar irregular del tubo fluorescente. Los había decepcionado.

3 comentarios:

Unknown dijo...

ohhhh
muy breve pero también muy lindo =D
definitivamente extrañaba tu narración =P
me encanta, es muy humano, muy de nosotros
cuidate, y saludos

me alegra mucho que hayas vuelto =P

Verena Sánchez Doering dijo...

gracias amigo por tus saludos, voy lento todavia porque mi brazo izquierdo no esta funcionando bien todavia asi que voy lento
te dejo besitos y muchos cariños
y que este cambio de estacion traiga magia
besitos y cuidate


besos y sueños

Anónimo dijo...

Destila ternura. Me ha encantado.
Es impresionante el poder q ejerce ese miedo a defraudar...

Ya estoy aquí y tienes que contarme cómo te fue ;)

Beistos